Expertos aseguran que el 10 % de los niños menores de 12 años están afectados por trastornos psiquiátricos. Estas perturbaciones suelen afectar todas las áreas de la vida de los infantes, por lo que diagnosticarlas a tiempo es fundamental para evitar que pase a mayores, prevenir y para optimizar el pronóstico.
Es sumamente vital que conozcamos las características psicológicas de nuestros hijos en cada etapa de su crecimiento para poder distinguir cambios significativos en su comportamiento, y poder identificar si estos se corresponden a su edad o patología.
Los encargados de diagnosticar a un niño sobre una enfermedad mental o de la conducta son los psicólogos infantiles, pues cuenta con la preparación necesaria para identificar y tratar cualquiera que sea el trastorno mental. Aunque los pediatras también pueden tratarlas si cuentan con la experiencia necesaria, su principal función es el diagnóstico precoz.
Es importante realizar una evaluación que, entre otras cosas, incluya un diagnóstico inicial, y las condiciones o patologías que sean importantes resaltar y tratar.
El sistema para clasificar las enfermedades mentales de los niños, al igual que para los adultos, es principalmente el CIE-10, conocido como la Clasificación de Enfermedades de la Organización Mundial de la Salud, OMS.
En este artículo te informaremos sobre el diagnóstico y la evaluación psicológica infantil, qué es, cómo se realiza, y cuándo es necesario realizarla.
La entrevista con el psicólogo tanto con el niño como con su familia es la única herramienta certera para poder hacer un diagnóstico real y los expertos recomiendan que no sea sustituida por ninguna otra exploración o método. Los cuestionarios y exámenes son secundarios en la evaluación y sirven para complementar el análisis, pero no son imprescindibles en ninguno de los escenarios.
Evaluación psicológica en los niños
¿Has observado algún síntoma o comportamiento extraño en tu hijo/a? ¿Lo ves diferente, pero no entiendes lo que le pasa y no sabes qué hacer?, pues el propósito de la evaluación infantil es diagnosticar cualquier trastorno que le esté afectando. También se realiza para conocer sus destrezas cognitivas, su nivel de madurez neuropsicológica y como se desarrolla en el área social y emocional. Con esto los expertos logran comprender ese comportamiento que los padres no entienden y poder evaluarlo dentro del contexto en el que vive y se desarrolla.
La evaluación psicológica es el primer paso para realizar un diagnóstico certero en tus niños, y en centro CADIS contamos con profesionales expertos en diagnosticar enfermedades o trastornos mentales que estén afectando la salud de tus hijos. Pide tu cita con nosotros.
El diagnóstico infantil
Los profesionales de la psicología infantil aseguran que el proceso del diagnóstico en los infantes, con el posterior tratamiento, pasa por el proceso de conocer el funcionamiento cognitivo del niño y su entorno. Por eso, han determinado que la forma correcta de realizar el diagnóstico es el siguiente:
Antes que nada, se programa una entrevista con los padres, para conocer el historial del niño. Como tutor y cuidador de tu hijo, eres la persona que mejor lo conoces y eres quien podrá orientar al experto y facilitarle información sobre la dinámica en el hogar, sus características, como se relaciona con las personas de su entorno, así como su desarrollo.
El diagnóstico infantil se realiza a través del juego. La forma más cotidiana y natural en la que los niños se comunican es a través del juego, y por eso la mejor forma de acercarse a ellos y conocer su mundo interior es jugando. De esta forma el niño se muestra tal como es, y se reflejan sus miedos, temores, deseos, fantasías y demás cualidades.
Generalmente, los psicólogos infantiles se dejan guiar por estos indicadores cuando están evaluando al infante:
La modalidad de juego que escoge el niño; la elección que hace los juguetes y cómo juega con ellos; la motricidad, la capacidad simbólica, su creatividad, la personificación, como se ajusta a la realidad y su tolerancia cuando se siente frustrado.
A este proceso se le llama comúnmente como “hora de juego diagnóstica”, dada la importancia que tiene el juego en el diagnóstico infantil, se utiliza de manera frecuente como un instrumento de evaluación del desarrollo del niño.
Otro instrumento es el examen psicológico, con el que se valoran los espacios de funcionamiento cognitivo tales como su atención, su inteligencia, su aprendizaje, su memoria y demás.
Las visitas escolares: estas visitas se realizan solamente si son necesarias, y su propósito es poder recopilar información para poder completar el diagnóstico del niño, y tener otra perspectiva de su comportamiento social.
Luego sigue el informe psicológico, el cual se realiza con un previo acuerdo y a solicitud de los padres.
Y finalmente la sesión para la entrega de resultados. Este es el paso final, pero también es el inicio, pues en esta se convoca a los padres para informarles sobre el diagnóstico del niño y si necesitará alguna prueba adicional. Y es el inicio, porque en esta se ofrece a los papás la propuesta del tratamiento que debe llevar el niño.
¿Qué se busca con el diagnóstico infantil?
Lo que se busca es obtener información valiosa para el diagnóstico, además de los problemas y las causas de la sintomatología que presenta el niño. Evaluarlo de manera profunda ayudará al psicólogo a presentar un tratamiento correcto y certero y crear un plan de intervención con el niño y los padres orientado a resultados y a reducir los síntomas.
Esta es una de las herramientas más importantes con la que cuenta un psicólogo para poder comprender lo que le sucede al niño y la razón de su cambio de comportamiento. Este es un proceso donde se recoge toda la información necesaria y que será sumamente útil para el diagnóstico final.
¿Qué se trabaja con el niño en la sesión terapéutica?
En las sesiones terapéuticas se utiliza un lenguaje llano y simple de acuerdo a la edad del infante. La primera técnica que se utiliza es el juego, con actividades y dinámicas para establecer un vínculo de confianza con el niño. Esto sirve para que el niño aprenda a expresarse y a comunicar sus necesidades.