Diagnóstico infantil
La necesidad del diagnóstico y, principalmente, la necesidad de un diagnóstico temprano, queda justificada si se tiene en cuenta que el establecimiento del mismo va a permitir:
- La comprensión adecuada de las conductas y comportamientos del niño.
- Valoración del niño en el desarrollo motor, lenguaje, conducta, personalidad, inteligencia y social.
- La incorporación a programas de intervención especializados.
- El acceso a recursos educativos adecuados.
Para descartar que el niño o el adulto tenga algún problema hay que realizar un diagnóstico.
A este diagnóstico se llega a partir de una evaluación que se realiza a través de diferentes entrevistas con los padres, con el niño o adolescente, con los profesores y con el adulto. Se realizan sesiones de evaluación con el fin de establecer no solo el juicio clínico, sino una evaluación cualitativa y exhaustiva de las diferentes áreas de desarrollo de la persona. Se aplican distintos test y pruebas y se lleva a cabo una detallada observación conductual y emocional.
Una vez finalizada esta valoración se concluye el diagnóstico.
Con el diagnóstico infantil se realiza un programa de intervención único y personalizado. Además, se plantea una atención integral de cada caso.
Dentro del equipo de profesionales de este centro existe una comunicación periódica para analizar cada caso, de forma individualizada, y así poder valorar la evolución de cada tratamiento y las posibles necesidades.
Además, se pretende una comunicación dinámica y bidireccional con los demás profesionales que, desde otros ámbitos, están implicados en la educación del niño (Equipo de Atención Temprana, EOEP, Servicios de Salud, colegios, escuelas infantiles), persiguiendo con ello un trabajo en común para maximizar resultados.
Más Información sobre el servicio de diagnóstico infantil
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